En los últimos tiempos, los espacios de coworking han proliferado por todo nuestro país. No hay ciudad, por pequeña que sea, que no cuente al menos con algún sitio en que se alquilen espacios compartidos de trabajo para emprendedores o profesionales autónomos. Para muchos, es la forma perfecta de combinar trabajo y vida social.

¿Qué es el coworking?

Traducido literalmente como ‘cotrabajo’ o ‘trabajo cooperativo’, practicar coworking es una forma de trabajar entre profesionales de diversos ámbitos compartiendo el mismo espacio, tanto físico (la oficina) como virtual (la misma red), dándoles la posibilidad de llevar a cabo proyectos conjuntos, beneficiándose de las diferentes áreas que pueden llegar a converger en el mismo entorno. El fomento de la vida social es la principal característica de estos lugares, diferenciándoles de las incubadoras o viveros de empresas.

En 2012, España fue considerado el país con mayor número de espacios de coworking por habitante. Por entonces, se registraban 150. Actualmente, según Coworking Spain, la cifra supera los 1.000. Más del 50% de los espacios están en Madrid y Barcelona. En Andalucía, el 3% de este total se ubica en Sevilla.

¿Cómo funciona el trabajo cooperativo?

Los centros de coworking están destinados principalmente a profesionales liberales, vinculados a las áreas de Internet, diseñadores, programadores, arquitectos, fotógrafos, escritores, periodistas, etc. Al acceder a un espacio, se les proporciona un escritorio individual, acceso a internet y otros servicios que faciliten su labor. Los coworkers llevan sus ordenadores portátiles para trabajar allí, dentro de la flexibilidad que hayan acordado con el espacio según las tarifas.

El coworking es una buena alternativa a las oficinas tradicionales cuando se trata de emprendedores. Las ventajas para elegir instalarse en un coworking antes que alquilar un local o quedarse en casa.

Las tarifas son muy flexibles y existe una para cada tipo de necesidad, pero, en cualquier caso, son accesibles a cualquier bolsillo.
La comodidad de tener todo al alcance de la mano, sin facturas. Los espacios coworking prevén a sus inquilinos de cualquier necesidad, desde conexión a Internet a sala de reuniones.
¿Por qué trabajar desde casa o en un local apartado de la sociedad? Como emprendedor, se necesitan contactos. Y la mejor forma de empezar a establecer sinergias con otros emprendedores es trabajar en un entorno agradable donde compartir experiencias y hacer networking cada día.
Ganas en visibilidad. Los propios gestores de los espacios se encargan, a través de promociones, entrevistas, redes sociales y blogs de hablar de las empresas que hay en activo en su local. Siempre te tendrán en cuenta para cualquier oportunidad profesional que surja en tu terreno.
Acceder a eventos y formación que ofrezca el propio espacio, ampliando tu red de contactos y tus conocimientos como emprendedor.
El coworking es una buena alternativa a las oficinas tradicionales para emprendedores CLICK TO TWEET El 100% de los coworkers afirma que, a pesar de haber dejado el espacio por diferentes motivos, volvería a trabajar en uno por todas estas ventajas. ¿Te animas tú también a vivir la experiencia de ser coworker?